El día después del 20N puedo exponer tres cosas. Una fría. Dos calientes.
La fría:
Uno de los asistentes al homenaje a Francisco Franco en el Valle de los Caídos decía en unas declaraciones que he escuchado hoy en la radio (aviso que no son literales, pero intentaré ajustarme, sin manipular, a las declaraciones mismas): "los españoles de bién tenemos que seguir luchando para España. (…)Después de su muerte, Franco nos dejó una patria unida y libre. (…)Impidió una España marxista. Sin él, ahora seríamos como Txecoslovaquia, Cuba o Ucrania".
Al final, la periodista le pregunta "¿Cuántos años me has dicho que tienes?", y el asistente responde "Veinte".
La caliente 1:
Hoy existe una libertad de opinión -con límites, a veces erroneamente interpretados, como puede ser cualquier apología a la violencia- que permite concentraciones como la del homenaje a Francisco Franco en el Valle de los Caídos. Antes, cuando la Dictadura, dicha libertad no existía.
La caliente 2:
El 0-3 del Bernabeu (…no me lo podía callar 😉 )