Las luchas por el liderazgo entre un grupo de municipios puede dificultar la cooperación para estrategias comunes. Lo curioso es que, los que detentan el liderazgo, lo hacen porque tienen experiencia en el tema y, por lo tanto, una colaboración con los otros municipios líderes, y un empuje a los que van detrás, podría ser muy beneficioso para todos.
Por razones ajenas al eGobierno, puedo comprobar estas últimas semanas la relación entre grupos de municipios que tienen que trabajar conjuntamente para conseguir un tema común.
En concreto, he visto dos tipos de grupos. En uno, hay tres municipios que lideran la cuestión, y otros cuatro que se posicionan al lado de uno de los tres. En el otro, hay un municipio que hace de lider, con unos 12 que, más o menos, le siguen.
En el primer grupo, los tres líderes lo son porque ya llevan años con experiencia sobre el tema, por lo que se sienten con capacidad para capitalizar la estrategia. Aquí harán falta grandes dosis de política fina para conseguir un beneficio conjunto para todos. Si lo consiguen, el resultado puede ser muy positivo.
En el segundo grupo, nadie tiene experiencia y, por lo tanto, el liderazgo lo ha tomado el municipio con mayor tamaño y, diríamos, centralidad geográfica. Aquí la estrategia conjunta está más que asegurada, pero el resultado no será tan bueno como el del primer grupo, si este último, insisto, consigue llegar a un acuerdo.
Por lo tanto, la experiencia individual en un grupo debe compartirse para conseguir que todos ganen en una estrategia conjunta, porque el resultado puede ser mucho más beneficioso que en un grupo en el que no hay experiencia sobre el tema que se trata. Pero, ciertamente, aunque no haya experiencia, si se compensa con liderazgos únicos, es más fácil llegar a una ‘entente’, pero el resultado final no es tan beneficioso.