Un analista político que se ha movido y se mueve en los entresijos de la política catalana, indicó ayer en un encuentro que el presidente de la Generalitat catalana, Pasqual Maragall, decidió terminar su trabajo en el Gobierno al ver que ya no le quedaba ningún apoyo más a raíz de la alta abstención en los feudos socialistas del extrarradio barcelonés.
Pero, esos mismos electores que se abstuvieron, y que podrían ser los votantes de José Montilla en las próximas autonómicas catalanas, tampoco se movilizarán, dijo, para apoyar a su ‘paisano’, porque les queda muy lejos esa Catalunya o, dicho de otro modo, ven más próximo el Gobierno de Madrid que la Generalitat.
Aquí sacó a relucir otro tema, y es que esa abstención del Estatut, algo teóricamente movilizador para la ciudadanía catalana, ha corroborado que existen 2 Catalunyas, "la Catalunya de TV3 y la Catalunya de Tele5 y Antena3", interesante metáfora, a la que yo añadiría que, si no se trabaja con más fuerza, aparecerá la Catalunya de Al-Jazeera. En Francia, dijo dicho analista, el gobierno ha sido miope a los problemas potenciales en los barrios con fuerte presencia de inmigrantes musulmanes, aspecto que hace 20 años ya advirtió François Miterrand. Por eso ocurrió la revuelta social de noviembre de 2005. Si en Catalunya, y en España, mantienen esa miopía, puede ocurrir lo mismo en menos que cante un gallo.