Buen trabajo en el Ayuntamiento de Sabadell con su nueva Carpeta Ciutadana para mejorar los servicios online a la ciudadanía.

Me alegro por Sabadell y, sobretodo, por las personas que han trabajado para el impulso de la Carpeta Ciutadana. Entre ellos, una especial mención al Cap de Tecnologies i Ciutat del Coneixement, Xavier Tarrés, porque es de esas personas que llevan desde hace muchos años al pie del cañón para el desarrollo del eGobierno.

La Carpeta Ciutadana no es, como dicen desde el Ayuntamiento, "una carpeta más". Concretamente, "utilizando la certificación digital (plataforma de validación de CATCert) y el sello de tiempo (también de CATCert), ofrecemos tramitación completa con entrada al nuevo registro telemático:
 
– acceso y modificación en línea de datos personales
– auto-mantenimiento de datos padronales y volantes telemáticos
– acceso a cualquier expediente de licencias de obras o actividades
– tramitación telemática completa de multas de circulación (consulta, alegaciones, recursos)
– tramitación telemática completa de comunicados de obras menores
– consulta del estado de cualquier tramitación hecha en el Ayuntamiento a través del SAC (con independencia del canal por el que se haya iniciado: internet, telefónico o presencial)".

En la Nota de Prensa del Ayuntamiento de Sabadell encontraréis más información.

Solamente una cosa, aunque la Carpeta tenga un banner en la página de inicio, me ha costado encontrarla, porque e diluye entre tanta información encajonada en dicha página.

Lo que me acaba de contar un amigo que vive en un pueblo mediano de Catalunya es, como decimos en catalán, ‘per llogar-hi cadires’  (el equivalente a ‘el colmo de los colmos’). Un trabajador público le ha dicho que, aunque no lo podía hacer, le enviaba por correo electrónico la copia de la carta de pago de un impuesto para facilitarle el trámite. Le ha confirmado que es lo que suelen hacer cuando algún ciudadano les dice que no ha recibido la carta por correo postal, o que le va mal acercarse al Ayuntamiento para hacer el pago. O sea que, gracias a la voluntad del trabajador público, a mi colega se le ha realizado un ‘trámite online a la carta’.

Lo más grave, creo, es que cuando el funcionario le ha propuesto el envío por mail, mi buen amigo ha sabido que, aunque hay muchos como él que lo han pedido, esta opción no es oficial porque no la existe la opción de activarla en la página Web del Ayuntamiento o de la autoridad competente.

¿Cómo puede ser que algo tan sencillo como esa forma de comunicación, ese trámite propio del eGobierno, tenga que ejecutarse por la buena predisposición de los mismos funcionarios? Esto me recuerda a algo que me ocurrió a mí. Un funcionario me propuso el enviar él un fax al organismo que debía darme un certificado, en lugar de solicitar dicho certificado a través de un formulario cumplimentado que yo mismo me había descargado de Internet. La acción iba en contra del eGobierno, cierto, pero aquí también el funcionario activó su ‘mente abierta’ para agilizarme el trámite.

Interesante ‘Thinking Paper’ de la Organizational Change for Citizen Centric eGovernment, de la Unión Europea, en el que se desmonta la idea que las administraciones deben aprender de las empresas en estrategias digitales.

‘Should Government learn directly from business?’ es un texto de nueve páginas, corto, del que me he quedado con una cosa: la empresa puede hacer algo a sabiendas que perderá un ‘target’ concreto de clientes; un gobierno siempre tiene que hacer las cosas pensando que nadie puede quedar fuera.

Gracias Alorza por tu reseña de Red Pública en Administraciones en Red. Gracias también a Iñaki por su comentario en el mismo post. Lo quería hacer público desde Goldmundus.