Esta semana he estado en Bremen, invitado a una conferencia de eParticipación organizada por el Gobierno de dicha ciudad-estado aleman. Además de conocer a personas e iniciativas muy interesantes en el sector, he constatado que España aún necesita un largo camino por recorrer para llegar a la altura de las potencias europeas.
En la conferencia International Political Forum on edemocracy, integrada en los proyectos eVoice y Hanse Passage, hablé de las nuevas herramientas que pueden servir para potenciar la relación entre políticos y trabajadores públicos con la ciudadanía. La presentación, disponible aquí, la he centrado en los blogs y en otros elementos propios de la web 2.0 -Wiki, vBlog, el fenómeno YouTube o el proyecto eLens. Para la elaboración de la presentación debo agradecer la información dada en el blog de Carlos Guadián, que me llevó a buenos posts de Juan Varela, Saül Gordillo y Juan Freire.
De la conferencia, me gustó mucho la intervención de la investigadora de la Napier University en Gran Bretaña, Ann Macintosh, sobre eParticipación, y la del alcalde de la localidad holandesa de Groningen, Jacques Wallage.
Macintosh destacó que hay tres barreras en los procesos de eParticipación. La primera es de contenido. ¿Alguien cree que se puede dar la opinión online sobre el Tratado para una Nueva Constitución Europea si el usuario tuviese que leer antes un PDF con el tratado entero?. Cabe, pues, sistematizar la información con páginas atractivas y visuales para agilizar la eParticipación. La segunda barrera es sobre el proceso, y no la tecnología. Los procesos de participación suelen estar mal elaborados, por mucho que las herramientas sean buenas. La tercera barrera es sobre la evaluación del proceso. Si se evalúa mal, tanto los ejecución de resultados como las mejoras posteriores dejan mucho que desear.
Antes que Ann Macintosh, el Alcalde de Groningen, Jacques Wallage, informó que en la página web de su localidad hay un servicio en el que la ciudadanía puede enviar sus videos digitales para que sean colgados, en forma de información sobre lo que ocurre o sobre quejas. Buena iniciativa en el contexto de la Web 2.0.
Otra intervención fue la de Tom Steinberg, de MySociety.org -hablaré de esta iniciativa para crear páginas ‘a demanda’ de la ciudadanía con el objetivo de beneficiar a la comunidad, como la realizada para conectarse con los diputados HearFromYourMP.com. Steiberg dijo que, para cualquier idea o proyecto público digital, el test debe hacerse con adultos y nunca con menores de 18 años. Estos saben más que los primeros, por lo que no representan la realidad de los que se relacionan verdaderamente con la administración. En cierta manera, estoy de acuerdo -excepto en casos de iniciativas digitales dirigidas a jóvenes, claro está.
También quiero destacar la gran organización protagonizada por el responsable de la unidad de eGobierno de Bremen, Martin Hagen -algunos le conocéis de su intervención en las III Jornadas Guipuzkoa en la Sociedad de la Información: eGuipuzkoa, en Junio de 2005-, y de su equipo, liderado por Gesa Wessolowski.
Solidez, eficacia eficiencia en Alemania
La otra parte que quería comentar era la impresión que he tenido de visitar a un país sólido y que está plenamente integrado a la realidad necesaria para ser competitivo.
Primero, el aeropuerto de Hamburgo imprime una gran sensación de modernidad.
Segundo, cuando sales a la calle te das cuenta que Alemania es sede de los principales grupos automovilísticos europeos.
Tercero, el sector de los servicios públicos, sobretodo el de atención a la ciudadanía, habla inglés. En el viaje de autobús del aeropuerto a la estación de tren, el conductor me respondió en inglés mis dudas. En el viaje en tren de Hamburgo a Bremen, lo mismo ocurrió con el revisor del convoy. Además, la megafonía interna da sus indicaciones se emite en alemán e inglés. ¿Ocurre lo mismo en el servicio de autobuses de Barcelona? No. ¿Ocurre lo mismo en el servicio de Cercanías Renfe en Barcelona? No.
Cuarto, todos los autobuses de Bremen tienen una terminal para pagar con tarjeta-monedero, esa que yo, durante unos años, me proporcionó mi caja de ahorros y que nunca utilicé porque no sabía donde utilizarla.
Quinto, la mayoría de marcas de los equipos técnicos para la conferencia -altavozes, micrófonos, cascos, …- eran los mismos que se ven en las conferencias de aquí. La mayoría son alemanas.
La misma sensación tuve este fin de año cuando fui al sur de Francia. Y eso que el país está mucho más cercano al Estado español, con lo que no hay excusas de si Alemania lo tiene mejor porqué es el centro para entrar a la Europa del Este y los Balcanes.
Por lo tanto, aquí, menos construcción y más progreso. Por cierto, una casa de 150 metros cuadrados en Bremen, con jardín, vale 50.0000 euros menos que un piso de 80 metros cuadrados en Mataró.
Foto1: Mi intervención en la conferencia
Foto2: Imagen espectacular de la Sala de Plenos del Ayuntamiento de Bremen, justo al lado del auditorio en el que se celebró el evento.