Recientemente he dado con algunas inciativas en el campo de la participación online y de algo próximo al eGobierno que provienen de la sociedad civil. He detectado que dichas acciones parten de países anglosajones. En España también existen algo similar, pero creo que somos más pasivos que proactivos.
Las iniciativas anglosajonas son una en Gran Bretaña y otra en los Estados Unidos. En el caso británico, se trata de Write To Them, una página en la que se puede enviar directamente un mail o un fax a los representantes electos de cualquier organismo. Es algo similar al FaxyourMP, también británico. La de los Estados Unidos hace tiempo que actúa y, creo, no es ninguna novedad para los lectores. Se trata de Moveon, una página pensada para crear comunidades en aras de actuar a favor de intereses comunes ante, normalmente, la administración pública. Era de interés común para los norteamericanos, y así se dio a conocer Moveon, el ‘impeachment’ contra Bill Clinton por el ‘caso Lewinsky’.
En Catalunya conozco alguna inicativa de la sociedad civil, como Democràciaweb, de la Fundació Jaume Bofill, con el apoyo del Parlament de Catalunya. Por lo tanto, no es algo que venga directamente de la misma ciudadanía. La página permite conocer y opinar sobre los proyectos y proposiciones de ley de la Cámara catalana. Igual que ocurre con el proyecto de plataformas participativas, el eCatalunya, promocionado por el equipo de la directora general d’atenció Ciutadana de la Generalitat, Marta Continente.
Por lo tanto, creo que en el Estado hay algo que nos hace esperar que las cosas vengan de arriba. A lo mejor tiene que ver con los largos años que imposibilitaban a cualquiera actuar si no era bajo la tutela franquista. A lo mejor es que los hijos de los que actuaron en la clandestinidad -que, de hecho, no eran la mayoría de la población civil- no están por la labor porque el trabajo ya lo han hecho sus padres. A lo mejor está relacionado con nuestro sistema político, jóven y basado en un bloque de representantes que está en una lista marcada por los partidos, con lo que nos es difícil saber quien defiende directamente nuestros intereses.
Gran Bretaña y los Estados Unidos tienen unas democracias mucho más veteranas. Tienen un sistema de representación directa. Yo sé quien es mi diputado o diputada. Y éste o ésta, aunque sea del mismo partido del gobierno, se enfrentará a él si hace algo en contra de mis intereses. Por lo tanto, la sociedad civil es mucho más activa. El ‘lobbying’ da prueba de ello -en los Estados Unidos, los grupos de ‘lobbying’ tienen sus despachos en el mismo Congreso en Washington. Posiblemente por ello las iniciativas de participación online son más activas.