2 Jan 2007 | 11:07 am | Autor: Roc Fages
Así empieza para mí el 2007 después de lo del atentado de ETA en la T4: triste y escéptico.
En marzo puse un post muy calculado y contenido a las pocas horas de escuchar por la radio que ETA había declarado el alto el fuego permanente. Recuerdo que por la calle, mientras escuchaba el transistor con las reacciones de la gente por ese anuncio, me caían las lágrimas con un tipo de emoción indescriptible. Creo que escribí un mail conjunto a mis amigos de Euskadi para contarles este hecho.
Este fin de año he estado en Francia y no me he enterado de nada. Ayer, día 1, llegué a Catalunya y, mientras conducía, puse el Boletín de las 18h. Escuché ‘ecuatorianos’ ‘desaparecidos’ ‘escombros’ ‘Barajas’ ‘ETA’, y dije, solo, en voz alta, "Òstia Puta, quina merda!". Ni una lágrima, ni una emoción, nada de nada. Hasta ayer, habían sido 9 meses demasiado bonitos. Y aquí todos tienen un granito de culpa, aunque los verdaderos culpables son los que no quieren dialogar y sí disparar.
Ánimo, Roc, porque el uso de la fuerza para resolver las cuestiones políticas tiene sus horas contadas en Euskadi. Es un anacronismo, un error de la historia y va a caer por su propio peso. La vida en el siglo XXI no va por ahí, al menos en las sociedades desarrolladas. Estoy convencido de que ya no creen en esos “métodos” ni siquiera quienes los practican. El futuro apunta a sociedades más respetuosas, más participativas, o sea, más al estilo 2.0. Y en ellas no tiene sentido la violencia política. No es una esperanza, sino la constatación de una realidad.
Ánimo y feliz año. Urte berri on!
Es un verdadero placer recibir ánimos desde Euskadi, cuando debería ser yo quien aniamse a gente comprometida y valiente ante la necesidad de convivencia pacífica en los bellos territorios de Euskadi.
Un fuerte abrazo y, no dejéis de trabajar para una paz, como auguras, no muy lejana.
Un abrazo, Roc. Espero que esto sea el principio del fin.