19 Dec 2013 | 7:18 pm | Autor: Roc Fages
Personas, profesionales y empresas no han cambiado tanto en los últimos veinte o treinta años. Lo que sí ha ocurrido es que las nuevas herramientas les permiten hacer lo que antes se quería pero no había tiempo o era impensable hacerlo, y lo que se hacía menos por falta de tiempo.
Todo ello lo resume la frase de un alto directivo senior después de una sesión con jóvenes directivos que explicaban nuevas formas de marketing: “Para mí ha sido un máster del sentido común pero con nuevas maneras de aplicarlo. Algunas veces escuchaba lo mismo que me explicaban en la universidad hace 30 años, pero con herramientas más efectivas y directas”.
Escuchar al cliente, trato personalizado, educar al canal de distribución para que sepa vender, vender la marca con estrategias sencillas, y más y más frases y ejemplos que acaban siendo obvios. Pero, y aquí yace el problema, el día a día se nos come y nos cuesta incorporar en nuestro chip la inmensidad de posibilidades existentes para realizar lo obvio.
En mi caso, en el equipo de trabajo se ha incorporado una nueva persona que está limpia de las ortodoxias que tengo integradas. En tan solo 3 semanas ha propuesto cinco cosas nuevas para las presentaciones a clientes que eran ‘de cajón’, sencillas de aplicar y ultra-efectivas para comunicar mejor. Un simple ejemplo: ¿por qué no incorporamos en nuestros CV de las propuestas o corporativos nuestro perfil público de Linkedin?. Nadie ha dicho que no, y todos hemos mirado al otro lado -yo más, que soy un supuesto semi nativo digital- sin rechistar y haciendo un raudo ‘copy&paste’ de ese perfil de linkedin.
Es también evidente que esa ‘inmensidad de posibilidades’ que comentaba son muchas veces inalcanzables por los directivos, porque no saben utilizarlas o no se fían porque no las conocen. Es en ese punto que se debe dar paso a los que sí saben, y guiarlos para que lo apliquen para que cumplan las formas y objetivos de sentido común en el márketing y, también, en toda la gestión empresarial. La experiencia permitirá desarrollar las ‘cosas de siempre’, y las capacidades de las nuevas generaciones de profesionales podrán hacer que se apliquen ultraefectivamente con las nuevas herramientas.