2 Apr 2007 | 7:38 pm | Autor: Roc Fages
La Unión Europea (UE) debe superar la "conjura de los irritados", de los ciudadanos que se han visto demasiado al margen del proceso de construcción europea. Gran observación del director del Centre de Cultura Contemporànea de Barcelona (CCCB), Josep Ramoneda durante un acto de celebración del 50 Aniversario del Tratado de Roma al que asistí recientemente.
El evento estaba organizado por el Comité Español de la Liga Europea de Cooperación Económica (LECE) y por el Círculo de Economía. Josep Ramoneda afirmó que para implicar más a la ciudadanía, para darles una Europa más inteligible, es inevitable ir hacia una elección de un Presidente europeo por sufragio universal.
En el acto se respiró un optimismo muy moderado hacia el futuro de la Union Europea. El presidente del Comité Español de la LECE, el senador Carles Gasòliba, confía en el compromiso de la canciller alemana, Angela Merkel para, desde la presidencia alemana de la Unión, asegurar un nuevo Tratado que incluya los contenidos fundamentales de la Constitución Europea. De hecho, el secretario general para la Unión Europea del Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación del Gobierno español, Miguel Ángel Navarro, aseguró en el acto que la crisis europea actual es de crecimiento y no de proyecto porque, si no, no habría tantos países llamando a la puerta de la Unión.
Pero muy interesante fue lo que comentó el catedrático de economía y vicepresidente del Círculo de Economía, Antón Costas, quien recordó que el supuesto “enfermo europeo” goza de buena salud económica. Costas afirmó que el problema está en que hay un patriotismo económico tan fuerte que dificulta un interés económico común con grandes empresas europeas al frente.
Sobre esto último, hay diversas lecturas del tema del patriotismo. El Partido Popular fue muy patriota cuando Gas Natural lanzó la OPA a Endesa. De golpe, el patriotismo se le esfumó cuando apareció E.On. ¿Acaso ahora que han entrado en liza los italianos se les volverá a despertar ese sentimiento latente?
Antòn Costas es presidente del Consejo de Endesa en Catalunya.
Amigo Roc,
Todo y que práctico devoción por Josep Ramoneda, no quepo en mi inquietud por ver que se lanza a la aventura de la propuesta de un presidente europeo electo por sufragio universal.
Y es que en efecto, yo cada vez me decanto más por un modelo de democracia global por parte del poder que tienen las masas en una sociedad 2.0 en lugar de por un sistema de sufragio universal. El sufragio universal no representa hoy en día a la voluntad de los pueblos ya que su resultado nos lleva unívocamente al desarrollo de la clase política maniatada por la clase y el poder económico.
Hoy en día, la democracia debería buscar nuevas vias, la innovación política es una necesidad (no sólo la empresarial)…
busquemos nuevas maneras, nuevos recursos…el presidente europeo.. es la solución.. por qué no uno mundial entonces?