Sant Andreu de Llavaneres, 26 de abril del 2012:

Qué bueno y qué rápido que es aquel dispositivo que  desarrolló hace dos años la Generalitat catalana a partir de nuestro Twitter. Tardaron un par de años después de la salida de Twitter, pero al final se dieron cuenta de su utilidad.

Esto de recibir en mi iFriend un twit que me avisa que ha empezado el periodo de matriculación en la escuela pública es fantástico. Es más, desde que la UE aprobó la WiFi abierta para todo el territorio europeo, se acabaron los TwitSMS para pasar al Twitterrific 100%. Los equipos de información digital de cada Conselleria actualizan regularmente los servicios informables por Twitter en la página www.twitgencat.cat. En esa página está todo categorizado, y se puede buscar por tags el servicio al que uno quiere adherirse para seguir por Twitter. 

Lo bueno del tema es que en la Generalitat ya han dado nombre a aquellos que trabajan en el equipo de información digital de cada Conselleria. Son los ‘funciotwits’, porque ya tienen integrado en su sistema de trabajo que, cuando sale una información, deben integrarla de inmediato en el servicio automático generador de twits para que puedan ser enviados a los ciudadanos que se hayan suscrito. Qué lejos queda aquel comentario que me hizo Ramon Sangüesa durante la primera Experiencia 2.0, en abril del 2008, sobre una planta que generaba Twits a partir de un sensor que le hacía enviar mensajes del tipo ‘me falta agua’, o ‘estoy inundada’.

Sobre el ‘funciotwit’, curiosamente suelen ser jóvenes que acaban de terminar sus estudios en la universidad. Bueno, no es tan curioso, porque estos que tienen ahora 23 años son los que hace cuatro o cinco años hacían maravillas con la Wii, la Nintendo, el móvil y, cómo no, el Messenger  -¿dónde estarán ahora los del Messenger? ¿os acordáis cuando nuestros hijos nos decían que querían el ordenador ‘por el Messenger’?.

Bueno, en los próximos días iré informando de cómo podemos hablar ya de una Generalitat 2.0  (el uso de Dopplr, Google Calendar, iFacebook,…). El tema es que ahora ya predomina la 4.0, pero está claro que la administración aún sigue reaccionando un poco tarde.

P.D.: Oh! qué bueno el anuncio que hicieron en TV, radio, prensa y hasta en iTunes para dar a conocer Twitgencat.cat:  "La Generalitat piula per tú!" (Trad.: "La Generalitat pía por tí!"), y salía un pit-roig, porque si se utilizaba la imagen de Twitter los ‘culés’ se hubiesen quejado al parecerse demasiado a un periquito.

El concepto 2.0 y la innovación como algo integrado en nuestras mentes para aplicarlo profesionalemente llegará a España, posiblemente, de aquí a unos 10 años. Ahora la generación del puente aéreo ya da paso a la generación del móvil, pero serán los ‘gamers’ los que cambiarán el escenario…si les dejamos.

Ya hacía referencia aquí sobre el libro que se comentó en el último Update de Infonomia.com, y que hacía referencia a cómo los ‘gamers’ de videoconsolas, nintendos y variantes varias tenían una mentalidad más arriesgada, colaborativa, en red y preparada para ser los directivos innovadores del futuro.

El tema es que esos jóvenes aplican el concepto 2.0 en su vida personal, aunque no lo hagan mayoritariamente en sus labores escolares, y si lo hacen suele ser por iniciativa de los padres. Pero no son mayoría, porque esos padres, los de la generación del móvil, aún no han pasado a considerar el concepto 2.0 como algo habitual en su esfera privada. Lo máximo, los padres, compran billetes por Internet.

Me comentaba Albert Rius, de 100×100.net, que esto no ocurre en Estados Unidos. Aquí la mayoría pensamos, por ejemplo, que un mail enviado el viernes, o un post para el viernes, será leído el lunes o el martes. Aquí casi nadie se comunica por mail para quedar el fin de semana, o para decir a los padres que ‘vendré a comer mañana’. En Estados Unidos sí que ocurre esto.

Es cierto que los costes de la intercomunicación digital son abusivos  -yo, por ejemplo, no tengo Blackberry porque sé que es un coste que me lo tengo que soportar con mi dinero; sé de uno que tiene Blackberry pagada por la empresa y que, ahora que no sabe si pasarse al plano ’emprendedor’, ya tiembla al saber que perderá todos esos gadgets-, pero no creo que sea la única razón que justifique la falta de ‘dospuntocerización’.

O sea que, aquí, ni la generación del móvil (25-40 años), ni la del fax (40-65 años) ni la del Puente Aéreo (65 – …años) están en condiciones de imponer nuevas formas de trabajo innovador aplicando el concepto de red abierta que ofrecen las nuevas herramientas 2.0.

Si a esto le añadimos que viene, como decía mi bisabuela hace más de 100 años, ‘el peligro amarillo’  -yo lo transformo al mundo actual en un: ‘la explosión de los mercados emergentes’, que ya no son tan emergentes- pues lo tenemos crudo. No sólo Estados Unidos está aquí par resistir mejor que nosotros el vendaval asiático, sino que los europeos aún nos pensamos que viviremos de renta por ser Europa la cuna de la democracia, de la cultura clásica, del Renacimiento o de la Revolución Industrial.

Recientemente, en una comida con el Embajador de Eslovenia en España, una de las asistentes decía: Europa cada vez pinta menos en el ámbito sociopolítico, socioeconómico y, pronto, pintará aún menos en el plano cultural.

Y, mientras esperamos a la generación de los ‘gamers’ para que hagan efectiva su labor de renovarnos, lo único que podemos hacer es ir abriéndoles paso con el camino bastante allanado. Creer en la innovación como una ‘commodity’ mental, y superar los obstáculos que nos pongan los que no dan credibilidad a ello o tienen miedo a perder sus sillas.

Pero, ahora que lo pienso, Marc Vidal decía hace poco que a lo mejor un día, pronto, se encontrará con su hijo haciendo un chat con un asiático ubicado en Singapur intercambiando informaciones para un trabajo del colegio. ¿No será que aún estamos demasiado obcecados en ese concepto de Estado territorial con frontereas bien definidas? Lo dejo para otros posts.

Dicho esto, están ya cerradas las plazas de Experiencia 2.0: Taller y Vivencia 2.0, que se realizarán los próximos 17-18 de abril. Os iremos informando.

Bueno, parecía que se estaba consolidando ya una variante de las lenguas creadas por los adolescentes y sus SMS, pero ahora, se está originando el ‘más difícil todavía’: el lenguaje generado por las mismas máquinas! Y con cierto agravante al, como he comprobado yo, el catalán.

Ayer, día fructífero, terminé la jornada a carcajada limpia en casa. He aquí la exposición de los hechos:

Al ver sobre la mesa el correo, abrí la maravillosa factura mensual del móvil. Como casi siempre, estaba acompañada por una oferta a los usuarios: DictaSMS, la opción de enviar SMS con un mensaje de voz. En Vodafone, si marcas 115 y seguidamente el teléfono del destinatario, te dan la opción de grabar un mensaje de voz que automáticamente se convierte en texto escrito para el destinatario, en un SMS.

Para probarlo, lo hice con el teléfono de mi mujer. A los 2 minutos ella recibía este mensaje:

"Hola Sonia, tu estimbol(?). Adeu" 

Lo que yo había dicho, en catalán, en el mensaje para ser traducido a SMS era lo siguiente:

"Hola Sonia, t’estimo. Adeu" 

(Trad.: "Hola Sonia, te quiero. Adios") 

Las risas y la risa floja empezó a partir del momento de leer el texto. Cómo no, esta mañana al partir le he dicho: "Adéu. T’estimbol !!!!" 

La cosa nos lo tomamos así, de forma divertida. Pero si uno lo piensa fríamente, la realidad es que yo no podré utilizar este servicio de Vodafone en un 70% de mis comunicaciones diarias, tanto profesionales como personales.

Mi mujer puede interpretar un "T’estimbol" si le envío un "T’estimo", pero a toda mi familia directa e indirecta, con los que en un 100% nos intercomunicamos en catalán, sería arriesgado que recibiesen segun que tipos de mensajes que produciesen confusión. Y no digo ya mi red profesional con la que me intercomunico en catalán, un 60%.

Por lo tanto, tengo un problema porque pago una factura mensual para no poder utilizar un servicio gratuito que me ofrecen.

Alguien me ha dicho essta mañana cuando lo he comentado el tema que seguro que pasa lo mismo en castellano, porque estos servicios aún deben mejorar. Hemos hecho la prueba con este alguien y ha recibido esto:

"Hola Alberto. Te llamo mas tarde. Adeu"

Lo que yo había dicho, en castellano, en el mensaje para ser traducido a SMS era lo siguiente:

"Hola Alberto. Te llamo mas tarde. Adeu"

Se me había escapado un ‘Adeu’ en catalán. Vodafone lo ha respetado tanto como las 6 palabras anteriores. 

Ahora, amigos de Euskadi y de Galicia, os agradecería que hiciéseis vosotros la prueba. Os animo a que pongáis en este post como comentario el mensaje hablado y la traducción que ha hecho el servicio de Vodafone  -desconozco si Movistar lo tiene, pero seguro que sí.

US ESTIMBOL A TOTS!!! 

Gracias a las herramientas 2.0 puedo, actualmente, gestionar distintos proyectos en menos tiempo, así como compartir en tiempo real conocimiento y documentación clave para el desarrollo de mi trabajo. Pero es recomendable también combinar esa labor con la aplicación del concepto ‘Tiempo Cero’, y eso, me parece, no es fácil.

El otro día llegué a casa tarde, demasiado tarde. Para no agobiarme apunté en un papel las tareas más urgentes que debía realizar, con un cálculo de horas por tarea. Me salía que debía estar exclusivamente dedicado a la producción de esas tareas durante 8 horas. Las entregas las debía realizar en dos días.

Fue entonces cuando mi mujer me dijo: "mañana, te vas a la Biblioteca, sin el alboroto de las niñas y el pequeño, y aplica ‘tiempo cero’" . Yo, con cara de no entender, la miré así, con cara de no entender. "’Tiempo cero’ ", me dijo ella, "sin conexión al correo electrónico". Y yo añadí, "ah, y con el Twitter apagado y sin tener abierto Facebook".

Bueno, así lo empecé a hacer al dia siguiente. Pero me fue imposible cumplir ese tiempo cero. Al rato de empezar las tareas, tuve la necesidad de conectar el mail y, simplemente, mirar qué mensajes habían llegado. No los abrí, pero los miré. El tema Twitter, bueno, desactivé el Twiterrific y ningún problema. Sobre el Facebook, también lo pude eliminar. Pero el mail no, me fue imposible no conectarme a él durante las 8 horas dedicadas a cumplir las tareas.

Por suerte, mis cálculos de tiempo fueron con margen amplio, por lo que pude terminar todo el trabajo. Pero se me abrió la duda: ¿soy adicto al mail? ¿somos adictos al mail? ¿podéis probar un día laboral aplicando el ‘Tiempo Cero’?

Es evidente que existen ya estudios que ponen en duda que las herramientas digitales faciliten la producción y la productividad en determinados entornos, precisamente por el tiempo que se pierde con ‘tonteras’ -como dicen los chilenos- utilizando el correo e INternet, -y la Blackberry, y el iPhone, y…

Personalmente creo que no es así. O, dicho de otra forma, posiblemente si aplicase mejor el ‘Tiempo Cero’ tendría mucho más tiempo para desconectar del trabajo. Es decir, cumplo con todos los proyectos, pero existen espacios muertos en los que el ‘enganche digital’ me impide terminar antes y pasar al plano personal.

Por lo tanto, como siempre, ‘punto medio’ = apostar por la 2.0 combinado con el ‘Tiempo Cero’