21 Jul 2006 | 5:48 pm | Autor: Roc Fages
A raíz de los dos posts de Carlos Guadian sobre los blogs y la política (I y II ), he creído interesante una reflexión que me propuso un académico vinculado con el análisis de la administración pública: ¿cuándo cambiará y cómo debe cambiar la comunicación en los políticos con cargos de responsabilidad gubernamental para que sus blogs sean una herramienta de relación verdadera con la ciudadanía?
Esta frase tiene bastantes elementos subliminales a tener en cuenta:
1.- Presupone que muchos de los cargos con alta responsabilidad política que tienen blogs no gestionan directamente los contenidos: CIERTO
2.- Presupone que dichos cargos utilizan el formato blog para llegar de una manera más ‘friendly’ a la ciudadanía o, dicho de otra manera, el blog es un medio y no un objetivo en sí mismo: CIERTO
3.- Presupone que en la estrategia de comunicación de dichos cargos se bloquea cualquier opción de la persona que ostenta el cargo para publicar opiniones personales arriesgadas en su propio blog, porque dichas opiniones, aunque sean personales, son las de un cargo de alta responsabilidad -P.Ej: Alguien se imagina a Pasqual Maragall decir lo que realmente piensa sobre la elección del nuevo candidato del PSC en su blog de presidente?-: CIERTO
Por lo tanto, dicho todo esto, con el citado académico llegamos a la conclusión que los blogs de los políticos són más puros -es decir, lo hago yo sin que nadie tenga que decirme lo que pongo en mi blog- cuando la responsabilidad es de menor calado. Así pues, sin desmerecer cargos, el blog del alcalde de un pueblo de 1000 habitantes será un blog más puro que el que pudiese tener el alcalde de Barcelona. O, los blogs de los diputados de un parlamento pueden ser más puros que el blog del presidente, de un ministro o de un consejero.
¿Por qué? Porque esos políticos pueden hacer ‘blogs puros’ gracias a que no están sometidos a una estrategia de comunicación, aunque seguro que se autocensuran para no salirse del discurso de su partido.