No estoy muy de acuerdo con la iniciativa del supuesto Blog del President Maragall . Aunque muy posiblemente haya un equipo detrás de él, y que seguramente escriben los ‘posts’ en primera persona para hacerlo más próximo a la ciudadanía, esto no es lo que me disgusta del blog. Lo que me desagrada es que impide que se publiquen comentarios, con lo que el blog deja de tener la naturaleza de herramienta de intercambio de información y opinión constructiva.

Cuando entras en Què es el diari del president? te comentan que puedes enviar un mail como comentario, que no se publicará pero que el president Maragall los recibirá y, si los considera relevantes, los responderá personalmente o con otro post. Vamos mal. Por este camino, ni esta página debería llamarse blog ni debería haberse creado. Se ha querido aprovechar el ‘boom’ de los blogs sin utilizar lo que es realmente un blog.

Esto aún me sorprende más teniendo en cuenta que uno de los primeros políticos que publicó un blog con todas las de la ley, y que aún actualiza regularmente, es un diputado del PSC, Miquel Iceta.

Aprovecho para advertir al responsable de diseño del blog de un par de errores de bulto. Arriba, en las imágenes, hay dos fotos que desprenden, creo, mensajes negativos para el President. La primera es la de Maragall bajando de un helicóptero. La forma en la que le coge del brazo el acompañante hace que parezca como si el President se estuviese cayendo de las escaleras…Mal. La segunda es la de Maragall con los niños. El saludo que le hacen esos niños podría perfectamente estar enmarcado en la época de la dictadura franquista…Muy mal. 

Acaba de salir un libro del que hace ya tiempo que voy siguiendo su gestación. Se trata de 500 preguntas al nacionalismo español, del periodista Oriol Vidal. Me felicito muy gratamente por este enorme documento para la reflexión y el debate sobre un tema que siempre ha estado sobre el tapete: ¿hay una o varias Españas? ¿sobre qué modelo debemos organizarnos? Oriol Vidal hace 500 preguntas al nacionalismo español, y da voz a políticos, intelectuales o periodistas de antes y de ahora, dejando espacio, también, a puntos de vista propios.

Es un libro elaborado con la capacidad de sistematización y rigor que tiene el autor. Ciertamente, Oriol Vidal es catalán, se siente catalán, pero ya hace unos años que vive en los Estados Unidos. Esta realidad le ha permitido relativizar sus puntos de vista, con lo qual se asegura la honestidad y la sinceridad del texto para evitar mensajes subliminales. Vidal quiere poner en duda, sin miedos, argumentos de los nacionalistas españoles desde sus mismas respuestas a preguntas como ‘¿España-confederación? ¿España-imposición?’, ‘La independencia: ¿problema o solución?’, ¿Regular el respeto o merecerlo?, o, ‘¿Derechos lingüísticos adquiridos ilegítimamente?’.

El carácter dialogante de Oriol Vidal lo muestran los dos prólogs del libro anunciados en la misma portada, donde se dice: ‘Palabras en contra, Pio Moa / Palabras a favor, Pilar Rahola’. Las palabras en contra de Moa lo son sin dar tregua, igual que las palabras de Rahola a favor del libro. Pero ambos coinciden en la enorme validez del texto:

Moa: "El libro del señor Vidal me parece excelente en cuanto recoge de forma sistemática las posiciones nacionalistas-separatistas, y lo hace de buena fe, como he dicho. Constituye una guía invalorable para quien quiera informarse al respecto. Per, a mi entender, tales posiciones se asientan sobre arenas moedizas. El lector podrá compararlas con el contenido de este prólogo y sacar sus propias conclusiones" (pág. XXVIII)

Rahola: "Oriol Vidal se mancha, no a favor de unos u otros, sino a favor del rigor intelectual, y ese compromiso hace de este libro un instrumento eficaz para la convivencia. Al fin y al cabo, no puedo asegurar que estemos condenados a vivir juntos siempre  -muchos cabos tiran en direcciones opuestas-, y no sería bueno que lo estuviéramos, si se tratara de una condena. pero puedo asegurar que estamos condenados a hablarlo"

Por mi parte, repito es un enorme placer ver el trabajo en papel de un amigo con quien hemos compartido colegio, facultad, barrio en Barcelona, lugar de veraneo, aficiones como el escuchar y componer música, experiencias semiprofesionales como el programa de radio sobre sátira política que hacíamos en una radio local,  y muchas otras cosas que me dejo aquí.

Moltes felicitats, Oriol!!!

Algunos diputados del Congreso de Estados Unidos han modificado su biografía en Wikipedia. Han eliminado lo que les perjudicaba y han añadido puntos favorables a su imagen. La red, y las herramientas colaborativas, tienen una transparencia que supera ciertos códigos éticos.

La noticia de la variación de contenidos en las biografias de congresistas norteamericanos en Wikipedia , realizada por sus oficinas de prensa, no me pareció un escándalo en sí mismo. Es decir, en Wikipedia uno puede añadir lo que quiera, y más aún en unos momentos como los actuales en los que el tema de la libertad de expresión está a flor de piel.

Lo que ocurre es que hay un pacto tácito entre usuarias y usuarios sobre ciertas prácticas y, en última instáncia, la mayoría acceptaría alguna intervención si alguien se sale mucho de la raya.

Es decir, si yo me voy a Wikipedia y en el término ‘Adolf Hitler’ le añado, ‘En el fondo, Hitler fue un grandísimo hijo de puta’, o si me voy a la entrada ‘Martin L. King’ y añado ‘En el fondo, Luther King fue un negro cabrón que le daba bién a la cámara’, el resto de miembros del Wiki aceptarán que los gestores eliminen dichas frases.

Lo que ya no aceptarían es que yo mismo me fuese a la entrada de Hitler y eliminase la frase que dice ‘continuó la persecución de los judíos, promulgando leyes contra ellos y un ataque directo en la «Noche de los cristales rotos»’ . Y aún menos que yo pusiese ‘la persecución de los judíos fue una arma utilizada por los mismos sionistas, quienes instigaron leyes contra ellos y un ataque directo en la «Noche de los cristales rotos»’, a menos que no tuviese pruebas públicas y publicadass online como fundamento de mi añadido.

Por lo tanto, la transparencia de la red generada por herramientas colaborativas  -como los Wikis- y participativas  -como los weblogs-  debe basarse en el respeto y el ‘no insulto’ dentro de los contenidos, en la no alteración arbitraria de dichos contenidos como medio para fines en beneficio propio y, sobretodo, en tener funetes contrastadas cuando se expongan opiniones o informaciones que se salen de los puntos de vista mayoritariamente aceptados.

Y, todo esto, ¿qué tiene que ver con la administración digital? Mucho. ¿Alguien se ha preguntado por qué cuesta tanto que existan herramientas realmente   -y remarco el ‘realmente’-  participativas en las páginas web de los organismos públicos?

¿Y el tema de los blogs de políticos? Yo estuve detrás de uno durante un tiempo, durante una campaña electoral. Nunca eliminamos ningún comentario de los militantes de la comnpetencia para machacar al candidato, sino que los respondimos para contrarestarlos. Pero, si hubiese sido un candidato para la Generalitat catalana o para el Gobierno español, ¿nos habría dejado mantener los comentarios?

La transparencia en la red se debe afrontar con responsabilidad y ética, y también estar abierto a aceptar tanto las verdes como las maduras.

Muy interesantes y recomendables los posts de Luis Villa en Grancomo y de Alorza en Administraciones en Red sobre la aplicación en el nuevo portal de la Generalitat de Catalunya, Gencat.net, del concepto de Web 2.0.

Lo que me interesa aquí es responder a la pregunta que me lanza Alorza, sobre si ‘¿Hay algo más que un portal bien diseñado?’. Mi respuesta es que sí, y lo digo casi a ciegas.

Primeramente, para el trabajo del nuevo portal, y de las nuevas plataformas participativas, se han vinculado empresas jóvenes y la misma universidad  -la UPC. Por lo tanto, se ha apostado por frescura.

Dicho esto, y para argumentar mi ‘Sí’ a la pregunta de Alorza, la base es el equipo que lidera este proyecto, el de la directora general de Atenció Ciutadana, Marta Continente. Su experiencia larga en el sector en el Ayuntamiento de Barcelona le avala sobradamente.

Lo más interesante del tema es que Marta Continente siempre ha querido tener las cosas bién atadas antes de lanzarlas a la luz, por lo que algunos problemas ha tenido con sus superiores. Por lo tanto, el trabajo previo en el Gencat ha sido muy cuidadoso.

Una de las cosas que más ha costado ha sido el de unificar contenidos y bases de datos para facilitar la búsqueda de información a la ciudadanía. Los datos son espeluznantes. Durante el análisis previo al trabajo, el equipo de Continente detectó bajo el paraguas de la Generalitat 260 páginas web y unas 1500 bases de datos con duplicidades.

En cuanto a la vinculación de las trabajadoras y trabajadores públicos en el nuevo Gencat, esto es algo que costará. Porque Gencat no es solamente Barcelona, y este es el chip que deben meterse más en la cabeza, que ya lo tienen metido, las personas que han impulsado el portal.

Antes del tripartito hubo una muy buena iniciativa de los responsables de nuevas tecnologías en la Generalitat que trataba de realizar talleres en equipo con los distintos responsables de comunicación de los departamentos, para unificar criterios en cuanto a la comunicación digital. El resultado final debía ser un ‘decálogo’ tipo el del Taller Web 1.0. celebrado recientemente en Vitoria, para pasarlo a los altos cargos del Gobierno catalán. El proceso se paró después de las elecciones.

Sobre la posible metodología que a lo mejor se lleva a cabo para la implementación integral de la Administración 2.0  -no sólo un portal bien diseñado sino también un funcionariado comprometido 100×100-  recomiendo el estudio El modelo Barcelona II: El Ayuntamiento de Barcelona en la sociedad red , dirigido por Manuel Castells desde el Projecte Internet Catalunya de la Universitat Oberta de Catalunya, en el que se cuenta con detalles por qué y cómo el Ayuntamiento de Barcelona apostó decididamente, y con éxito, por la administración digital.

La gracia del tema es que todo empieza con el servicio de información telefónica 010. Marta Continente estuvo entre las personas al frente de este cambio.